Día a día

SANTA ISABEL DE ARAGÓN, REINA DE PORTUGAL.

Hoy 4 de julio es la fiesta de santa Isabel de Portugal, una infanta aragonesa nacida en 1271, hija de Pedro III de Aragón y de Constanza II de Sicilia, que acabó siendo reina de Portugal al casarse con Dionisio I en 1282. Hasta su muerte en 1336, esta aragonesa fue una mujer devota que pasó su vida atendiendo a los enfermos, viejos y mendigos, para los que ella misma confeccionaba ropa. Durante su reinado ordenó construir hospitales, escuelas gratuitas y refugios para huérfanos, además de levantar un buen número de conventos, en uno de los cuales acabaría sus días convertida en monja clarisa, en concreto en el que fundó ella en Coimbra. Aparte de esta preocupación por los más necesitados, la reina santa se preocupó de mantener la paz entre las gentes de su familia, muchas veces enfrentados en violentas batallas a las que acudía ella ara ponerse en medio de los ejércitos y obligarles a dejar la lucha. Así actuó en ocasiones en los enfrentamientos de su marido con el infante Alfonso, su hijo y futuro rey Alfonso IV de Portugal, o en las batallas de su hijo Alfonso IV de Portugal con su nieto Alfonso XI de Castilla. Todo ello, concluyeron dando dimensión histórica a una infanta aragonesa que reinó en Portugal y que fue declarada santa por la Iglesia Católica.

Día a día

SANTA EUROSIA, SANTA OROSIA DE JACA

Santa Orosia o Eurosia, patrona de la diócesis de Jaca, es uno de los pilares de la cultura pirenaica y su culto ha gozado de una notable expansión hacia tierras americanas y tierras italianas, donde también es reconocida como protectora contra la posesión demoníaca, protectora contra las tormentas y aliada contra las sequías. Fue decapitada en el siglo IX por los musulmanes, bien fuera como princesa bohemia que vino a casar al condado aragonés o, como quieren otros, cuando como cristiana aragonesa no quiso renunciar a su fe. Convertida por ello en la heroína del primer drama nacional español, en pleno renacimiento, fue objeto de la atención de poetas, músicos, danzantes y artistas que han dejado un amplio conjunto de obras de arte que nos hablan de esta santa jacetana que celebra su fiesta el 25 de junio. Es famosa la romería de Yebra de Basa, donde gentes venidas de toda la diócesis suben en procesión al Santuario, portando la cabeza que se custodia en la iglesia de Yebra de Basa. Por otro lado, el cuerpo de la santa es sacado de la catedral de Jaca en una procesión muy famosa por los endemoniados que antaño iban bajo la peana de la santa, mientras sonaban las composiciones en honor de la santa protectora de la Montaña. Y para poner imagen a esta celebración os pongo la clásica estampa aragonesa, la que siempre hemos conservado y visto sus devotos del Pirineo, con ese ornato de los vistosos trajes de la tierra que portan -como corresponde a un día excepcional y de fiesta- los hombres y mujeres de la montaña, acompañada de un óleo que representa a la imagen de la santa en tierras de Italia. La pintó Lorenzo Bianchini, en el año 1853, en Udina.

Día a día

SANTA EUROSIA DE JACA

El día 25 de junio se celebrará la gran fiesta de la patrona del obispado de Jaca, de la patrona de las Montañas pirenaícas, de la patrona de amplias zonas de Italia, de la patrona de poblaciones de Teruel, de la patrona de los espirituados… El lunes es la fiesta de santa Orosia, la princesa medieval que dicen unos vino desde tierras de Bohemia a casar con el conde aragonés, la mujer de la tierra dedicada a servir a Cristo que murió martirizada en los momentos en los que se crispó -en el final del siglo IX- la convivencia entre los gobernantes musulmanes y los habitantes cristianos… El caso es que Jaca está en fiestas y la Cultura pirenaíca sigue cimentada sobre la historia, el relato martirial y la cultura que ha ido creando a lo largo de los siglos, nuestra querida Patrona santa Orosia, la patrona de Jaca.

Día a día

MARÍA DE NAZARET Y EL CONCILIO DE ÉFESO

Ayer 22 de junio del año 431 se cumplieron mil quinientos ochenta y un años de la inauguración del Concilio de Éfeso, celebrado en la antigua ciudad portuaria griega, que luego se mantuvo como testimonio de tantas cosas en tierras de Turquía. Y en esta ciudad, en la que se conserva la Casa en la que murió María de Nazaret, es el lugar en el que se celebra este Concilio, al que la Iglesia católica, la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Copta consideran el III de los Ecuménicos y en el que se tomaron importantes decisiones para terminar con una terrible discusión que hablaba de la naturaleza humana y divina de Cristo como separadas. El concilio declaró que eran una sola y que, en consecuencia, María era madre de Jesús en su condición de hombre (naturaleza humana) y madre de Dios (naturaleza divina). María es definitivamente considerada como Madre de Cristo y por tanto se define el tipo de iconografía que veremos triunfar en el mundo medieval románico y gótico, con esas imágenes de la madre presentándonos a su hijo. Y para que veáis la importancia del concilio de Éfeso, presidido por el Patriarca de Alejandría, concluiré diciendo que además es el concilio ecuménico en el que se hace el texto del Credo. 22 de junio del año 431, gobierna el mundo el estertor del Imperio de Roma.

Día a día

«LA SUBIDICA DE LA TRINIDAD»

Me pregunta un amigo de Face book, Carlos Javier Pimpinela, sobre la presencia en la ciudad de Zaragoza de los Trinitarios Calzados y, en especial, sobre su presencia en el escenario de la Guerra de la Independencia. Y raudo y veloz, me dispongo a compartir con él y con todos vosotros lo poquito que se de este asunto, pues no es asunto que prodiguen nuestros especialistas en datos y referencias. Para que os situéis un poco vamos caminando por el Coso Bajo rumbo al actual Puente de Hierro, en una zona en la que antaño estuvo la Puerta del Sol que fue una de las puertas de la ciudad. A mano izquierda, nos encontramos al pasar la Plaza de la Magdalena con la verja del Instituto Pedro de Luna, un gran centro educativo de la comunidad autónoma en el que se está desarrollando una labor encomiable y ejemplar, y del que me siento muy honrado en ser desde hace casi treinta años Catedrático de Historia. Acabados sus edificios que ocupan el espacio que antaño estuvo la Universidad de Zaragoza fundada sobre un estudio general puesto en marcha en el medievo, nos encontramos con una calle que se llama la Subidica de la Trinidad. Comenzar a subir por esta calle y observar a mano derecha unas casas con aires antiguos, estáis en el espacio del antiguo convento de los Trinitarios Calzados de Zaragoza, es decir: en su Colegio de la Trinidad que estaba –como es lógico- pegado a los edificios de la Universidad pues en él vivían estudiantes de esta institución. Y sabemos que este era el Colegio más antiguo de la Universidad de Zaragoza, el Colegio de la Trinidad que se fundó en 1570 y que estaba regido por los frailes trinitarios, con 20 frailes atendiendo a doce estudiantes. Este colegio, del que nos quedan documentaciones variadas, volvió a ser protagonista en la contienda de los Sitios de Zaragoza, en febrero de 1809 el ejército francés asaltó el arrabal de la ciudad y siguió adelante, bombardeando el Palacio Arzobispal que lo machacaron, los edificios anexos y todo lo que se encontraron en las orillas del Ebro., Dentro ya de la ciudad, cuando entraban por lo que hoy es el Coso bajo decidieron estos salvajes volar el convento de los Trinitarios Calzados inmediato a la Universidad de Zaragoza. Como ves amigo estamos hablando de un espacio importante, del que según cuenta el Diario de Casamayor “salieron muchos catedráticos famosos en todos los tiempos”, razón por la cual en la Desamortización de Mendizabal –después de desechar poner en sus edificios un polvorín.- entendieron que lo más justo era regalarles las llaves a los catedráticos de la Universidad de Zaragoza para que lo utilizaran como un espacio más de estudio y de formación.
Por último, quiero hacer mención a un libro poco conocido pero muy interesante. Por ello. le recomiendo amigo la lectura del libro de José María Fernández Nuñez sobre “Los héroes sin nombre. Los Cofrades del Santo Sepulcro en los asedios de Zaragoza (1808-1809)” que es muy interesante y que fue publicado por el Ayuntamiento de la ciudad el año 2009 como uno de los Premios de los Sitios. En el Libro II de la edición, nos explica cuándo se pusieron estos frailes a vivir aquí, en esta Subidica de la Trinidad y nos dice: “Tras la muerte del Racionero de la Seo D. Martín de Salazar, deja a la Orden en censales 8.325 escudos, lo que suponía unos 460 escudos anuales de pensión. Con esto y las limosnas de Virrey de Aragón y sus antiguos valedores y otro nuevos, pudo comprar a Cipriano Labrit, de San Juan, a María Barrachina su mujer y a Cipriana Labrit su hija el lugar donde se ubicaría el definitivo convento de los Descalzos Trinitarios, como consta en acta de venta de 19/7/1622. Al ser un terreno sometido a enJosé María Fernández Núñez 298fiteusis, hubo de pagar el laudemio a su dueño, los Hospitalarios de San Juan que consistía cada 25 años en 36 escudos, 13 sueldos y 4 dineros y, anualmente 10 sueldos. Se comienza la labra de la vivienda e iglesia que se vio favorecida por las muchas aportaciones de los Principales de la ciudad. El 23 de mayo de 1682, se trasladó el Santísimo en vísperas de la Santísima Trinidad a la iglesia nueva de este convento en solemne procesión a la que asistieron todas las autoridades ya eclesiásticas ya civiles y nobiliarias, así como el gentío de la ciudad. A lo largo de la centuria sufren distintos avatares que le obligan abandonar momentáneamente su sede para regresar más tarde con motivo de epidemias u otras calamidades que en la época asolaron a la ciudad y que requerían el concurso de la Orden en beneficio de sus fieles. Fueron muchas las reliquias que poseyeron en ricos relicarios donados por los ilustres, algunos traídos desde Roma. Entre ellas figuraban una de Sta, Inés patrona de la Orden, cuerpo de San Dionisio mártir y la de San Pablo mártir, San Sebastián, San Claudio, Sta. Teresa de Jesús, e incluso de los innumerables Mártires, etc. Por no mencionar la información que se realizó sobre la incorrupción e identificación del cuerpo de P. Fray Felipe de San Jerónimo, realizada por P. Fray Alonso de San Juan de Mata a la sazón Padre Ministro de la Congregación. El cual al enterrar al P. Fray Juan de San Luís en la tumba número 26 de la comunidad, se encontraron el cuerpo incorrupto del mencionado fraile iniciándose los trámites pertinentes de santidad. Son muchas las peticiones que se le hacen a todas que por su extensión no hago constar, y de las que se obtienen pingües beneficios para el sostén de la Orden y la asistencia a los necesitados. El 15 de junio de 1808 víspera del Santísimo, su convento una vez más es ocupado para la defensa de la ciudad de la agresión sufrida por el invasor francés. Es utilizado como baluarte a modo de torre albarrana que junto con el del Pilar y San José constituían el cinturón oeste defensivo de la ciudad. Este edificio de buena fábrica supuso un escollo para el atacante al que se debió muchas de las bajas sufridas por el enemigo que a decir de las crónicas solo en ese día superarían las 700 almas. Sus poseedores por orden del Excmo. Sr. Capitán General de Aragón D. José de Palafox dejan su convento y pasan al colegio de San Pedro Nolasco donde compartían hábitat con los Mercenarios. En el Segundo Sitio que sufre la ciudad el enemigo ataca con mayor ímpetu y con un bombardeo continuado de 42 días con sus noches, la epidemia de tabardillo galopante donde cada día morían más de 300 sitiados llevó a la capitulación…” Bueno, hay que acudir a este magnífico trabajo y allí le cuentan hasta los frailes que mueren en la Guerra de la Independencia. Yo ya he cumplido amigos.
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Día a día

LOARRE, EL CASTILLO DE NUESTROS SUEÑOS

Mando al director del Diario del Alto Aragón este apunte que acaban publicando, no se por qué causa, en la página de Cartas al Director, aunque os aseguro que nunca lo fue. Entre otras razones porque nunca escribí una carta a ningún director. Bueno, lo incorporo integro a este espacio que compartimos en la gratitud de tu cercanía. Aquí va:
En este mes de mayo, cuando los campos de la llanura comienzan a granar y a ser esos mares de espigas que narran los poetas, volvemos a Loarre, a la montaña de nuestra historia, al mirador de nuestros primeros reyes, para sentirnos aragoneses y comprender que formamos parte de un gran pueblo que, mirando la llanura desde estas almenas, decidió construir un reino universal que acabó formando la Corona de Aragón y convirtiendo la Acrópolis de Atenas en un templo aragonés a la Virgen.
Es como si comenzáramos un viaje a nuestras raíces, un viaje que deberíamos hacer todos los aragoneses, especialmente los jóvenes, y no sólo para apreciar el arte y la arquitectura del castillo más impresionante de la Europa del siglo XI, sino para sentirnos parte de ese legado, para descubrir que ser aragoneses tiene que ser vivido como un honor y un privilegio. Por eso, me siento feliz de volver al castillo de Loarre, por todo lo dicho y porque además son tan generosos y entrañables los Amigos del Castillo de Loarre que me quieren hacer de los suyos, cosa que sólo es posible materialmente puesto que mi amistad con estas almenas comenzadas a construir por Sancho el Mayor, a principios del siglo XI, es tan vieja como mi pasión por la historia.
Hace muchos años, acompañando a ese gran periodista que es Tico Medina cuando escribía su crónica de Huesca, me sorprendí en el Mirador de la Reina oteando el horizonte de Huesca, entornando los ojos para siluetear los caminos de polvo que recorrería Sancho Ramírez, e incluso con esa pasión por las permanencias espirituales que tenía el periodista andaluz pensé que podría compartir mirador con doña Violante… No me volví a mirar, no era necesario romper el silencioso momento de contemplar un paisaje hermoso como pocos. Y no lo hice puesto que estoy convencido que el castillo de Loarre es el gran escenario de los sueños más hermosos, de aquellos que nos sentimos felices de ser aragoneses.

Día a día

SAN JORGE

Hace dos años publicaba en mi querido «Diario del Alto Aragón», en el que volveré a escribir después de unos meses de abandono por causa de mi enfermedad, un artículo en el extraordinario del día de San Jorge. Hoy continúa teniendo vigencia y quiero recordarlo justamente en el mismo día en el que los aragoneses celebramos su fiesta, en el día en el que recuperamos importantes parcelas de nuestra historia en las que nuestros antepasados quisieron ver actuar la mano divina a través de san Jorge, de ese brillante soldado que les ayudó en tantas batallas desde la conquista de Huesca en el siglo XI hasta la de Valencia en el siglo XIII. Así que sin más preámbulos aquí tenéis aquella reflexión:

He escrito muchas veces sobre la historia de este santo tan aragonés como universal, que no me encuentro con ganas de hacerlo sólo para reiterarles una relación de noticias que hablan de cómo este soldado de Capadocia se ha convertido en un referente de esta tierra que se llama Aragón. Pero, sin embargo, nos obliga a retomar el asunto la lealtad que debemos los aragoneses a nuestra historia. Porque, hoy, nos invitan a recordar estas noticias documentadas episodios que nos ha tocado vivir con la historia de unas obras de arte que no nos quieren devolver, contra el mismo derecho que sus captores alegaron, o con las patéticas reflexiones de un consejero catalán soSAN JORGE, PAOLO UCCELLO, 1450bre Pedro III de Aragón, que ahora no sabemos si se refiere a Pedro II en la obediencia de la Generalitat o acaso Pedro I en la obediencia de El Palmar.

Bromas aparte, está claro que estamos en tiempos de comprometerse con la defensa de lo nuestro, de comprometerse con este proyecto común que tiene un nombre que hunde sus raíces en el siglo IX desde el nacimiento del condado; que se presenta como uno de los estados vertebradores de la Europa del románico –en el siglo XI- desde el Reino de Aragón; y que se proyecta al mundo con la Corona de Aragón, un proyecto de consenso construido por los reyes aragoneses nacidos en el entorno de la Huesca del siglo XII. Es, como vemos, un largo recorrido que está plena y solidamente documentado, aunque no faltan versiones partidistas hechas por sicarios al servicio del poder, como aquel archivero catalán que se inventó lo de la Corona catalanoaragonesa para tener la relevancia que no le dieron sus investigaciones.

Y para seguir afirmando la necesidad actual de defender lo aragonés, es bueno que nos fijemos en la mítica estela de san Jorge en la página oficial de la Generalitat de Cataluña. En ella se le vincula sólo a Capadocia, silenciando todas las referencias históricas aragonesas salvo anotar que las cortes catalanas lo declararon “patrón de Cataluña”, para concluir diciendo que se celebra en otras partes del mundo, excluido Aragón. Una vez más, nos enfrentamos a la tragedia de aquellos que necesitan estar construyendo su historia desde la mentira, porque en el fondo padecen un evidente complejo de inferioridad, tal como decía el profesor Antonio Ubieto. Mentiras a real el kilo, porque este santo, en la página dedicada a las tradiciones catalanas, está vinculado a la comarca del Ripollés, donde tienen el atrevimiento de decir que se inicia su culto en el siglo X, para ir después a estar en la conquista de Baleares y en la de Barcelona… Para concluir diciendo “años más tarde su culto llegó a los limites del Aragón”. Para estos autores catalanes, el problema es quizás que san Jorge no les llamó al móvil cuando estuvo en Huesca y no se enteraron.

SAN JORGE. RAFAEL. 1504No obstante, dicen los libros que su historia arrancaba en los campos de Alcoraz, en plena conquista de Huesca el año 1096, cuando apareció “con armas blancas y resplandecientes” en ayuda de las tropas aragonesas del rey Pedro I. Era el comienzo de una larga convivencia, de múltiples encuentros siempre que Aragón lo necesitara, como ocurrió cuando Pedro IV inicia la marcha contra Castilla y ordena a sus soldados que portasen “señeras con la señal de san Jorge”. Y, al final, fue convertido en Patrón del reino por decisión de Juan II, en pleno siglo XV.

Son tres datos para constatar que este soldado romano, convertido al cristianismo, se había convertido en el gran protector de la Corona de Aragón y que todos los estados que estaban gobernados por el rey de la Casa de Aragón –el condado catalán, el reino de Valencia, el reino de Mallorca, o el propio reino de Aragón que daba título y nombre a la Corona- lo consideraban así. Y lo festejaban en el día de su muerte, el 23 de abril al mediodía, a la hora sexta como decían las viejas crónicas, por todo lo alto. Un día que, por si tenía pocos patronazgos, acabaría convirtiéndolo en compañero de escritores y editores.

Y es que san Jorge, el señor san Jorge, Patrón de Aragón, convive con el libro porque su día se declaró por la Unesco como Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor, en 1995, después de que Miguel de Cervantes y William Shakespeare tuvieran el acierto de morir el 23 de abril, fecha que un real decreto de Alfonso XIII convirtió en el día de la Fiesta del Libro Español a propuesta de un escritor valenciano, del republicano Vicente Clavel Andrés. La relación de celebrar san Jorge con un libro, compañero de la rosa o del zaragozano y dulce Lanzón, enriquece la fiesta y permite que su feria sea también una manifestación de la conveniencia de conocer lo nuestro, de leer, de estar informados para poder argumentar y tener criterio.

Pero, si su proyección saltaba al mundo de las letras, san Jorge fue apeado por el papa Pablo VI que consideró, cuando se hizo revisión de los datos que sustentaban a cada uno de los santos, que había que eliminarlo del santoral de la Iglesia Católica, dejando su culto algo así como opcional. Se abría una nueva etapa que se caracterizó por no haber ningún cambio. La devoción popular no decayó y sus valores como elemento protector de los pueblos o como símbolo de la lucha contra la tiranía, que en el medievo representó el dragón que derrotó, siguieron igual o creciendo. Nada ha cambiado en Inglaterra, donde Eduardo III lo proclamó patrón de la nación en 1344. Nada ha cambiado en Rusia donde es celebrado como Patrón de ese territorio por la Iglesia Ortodoxa, por cierto el 3 de noviembre. Y nada ha cambiado en la espiritualidad, con halo de misterio, que se vive en la iglesia templaria rupestre de Bet Giyorgis, en Etiopia, dedicada a este santo y en la que creen se custodia el Arca de la Alianza que recorrió el desierto con el pueblo elegido.

Por eso, aquí tenemos la tarea de lograr que la historia no cambie, que se respete lo que sabemos y que se vaya incrementando esos saberes con la investigación científica no con el quehacer ilegitimo de los servidores del poder. E incluso el problema será valorar si aquí ha cambiado algo, si ese descalabro pontificio a la figura del patrón de Aragón ha supuesto un deterioro de san Jorge como referente. O acaso, si el cambio viene desde otros horizontes…
He escrito muchas veces sobre la historia de este santo tan aragonés como universal, que no me encuentro con ganas de hacerlo sólo para reiterarles una relación de noticias que hablan de cómo este soldado de Capadocia se ha convertido en un referente de esta tierra que se llama Aragón. Pero, sin embargo, nos obliga a retomar el asunto la lealtad que debemos los aragoneses a nuestra historia. Porque, hoy, nos invitan a recordar estas noticias documentadas episodios que nos ha tocado vivir con la historia de unas obras de arte que no nos quieren devolver, contra el mismo derecho que sus captores alegaron, o con las patéticas reflexiones de un consejero catalán sobre el pobre Pedro III de Aragón, que ahora no sabemos si se refiere a Pedro II en la obediencia de la Generalitat o acaso Pedro I en la obediencia de El Palmar.

Bromas aparte, está claro que estamos en tiempos de comprometerse con la defensa de lo nuestro, de comprometerse con este proyecto común que tiene un nombre que hunde sus raíces en el siglo IX desde el nacimiento del condado; que se presenta como uno de los estados vertebradores de la Europa del románico –en el siglo XI- desde el Reino de Aragón; y que se proyecta al mundo con la Corona de Aragón, un proyecto de consenso construido por los reyes aragoneses nacidos en el entorno de la Huesca del siglo XII. Es, como vemos, un largo recorrido que está plena y solidamente documentado, aunque no faltan versiones partidistas hechas por sicarios al servicio del poder, como aquel archivero catalán que se inventó lo de la Corona catalanoaragonesa para tener la relevancia que no le dieron sus investigaciones.

Y para seguir afirmando la necesidad actual de defender lo aragonés, es bueno que nos fijemos en la mítica estela de san Jorge en la página oficial de la Generalitat de Cataluña. En ella se le vincula sólo a Capadocia, silenciando todas las referencias históricas aragonesas salvo anotar que las cortes catalanas lo declararon “patrón de Cataluña”, para concluir diciendo que se celebra en otras partes del mundo, excluido Aragón. Una vez más, nos enfrentamos a la tragedia de aquellos que necesitan estar construyendo su historia desde la mentira, porque en el fondo padecen un evidente complejo de inferioridad, tal como decía el profesor Antonio Ubieto. Mentiras a real el kilo, porque este santo, en la página dedicada a las tradiciones catalanas, está vinculado a la comarca del Ripollés, donde tienen el atrevimiento de decir que se inicia su culto en el siglo X, para ir después a estar en la conquista de Baleares y en la de Barcelona… Para concluir diciendo “años más tarde su culto llegó a los limites del Aragón”. Para estos autores catalanes, el problema es quizás que san Jorge no les llamó al móvil cuando estuvo en Huesca y no se enteraron.

No obstante, dicen los libros que su historia arrancaba en los campos de Alcoraz, en plena conquista de Huesca el año 1096, cuando apareció “con armas blancas y resplandecientes” en ayuda de las tropas aragonesas del rey Pedro I. Era el comienzo de una larga convivencia, de múltiples encuentros siempre que Aragón lo necesitara, como ocurrió cuando Pedro IV inicia la marcha contra Castilla y ordena a sus soldados que portasen “señeras con la señal de san Jorge”. Y, al final, fue convertido en Patrón del reino por decisión de Juan II, en pleno siglo XV.

Son tres datos para constatar que este soldado romano, convertido al cristianismo, se había convertido en el gran protector de la Corona de Aragón y que todos los estados que estaban gobernados por el rey de la Casa de Aragón –el condado catalán, el reino de Valencia, el reino de Mallorca, o el propio reino de Aragón que daba título y nombre a la Corona- lo consideraban así. Y lo festejaban en el día de su muerte, el 23 de abril al mediodía, a la hora sexta como decían las viejas crónicas, por todo lo alto. Un día que, por si tenía pocos patronazgos, acabaría convirtiéndolo en compañero de escritores y editores.

Y es que san Jorge, el señor san Jorge, Patrón de Aragón, convive con el libro porque su día se declaró por la Unesco como Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor, en 1995, después de que Miguel de Cervantes y William Shakespeare tuvieran el acierto de morir el 23 de abril, fecha que un real decreto de Alfonso XIII convirtió en el día de la Fiesta del Libro Español a propuesta de un escritor valenciano, del republicano Vicente Clavel Andrés. La relación de celebrar san Jorge con un libro, compañero de la rosa o del zaragozano y dulce Lanzón, enriquece la fiesta y permite que su feria sea también una manifestación de la conveniencia de conocer lo nuestro, de leer, de estar informados para poder argumentar y tener criterio.

Pero, si su proyección saltaba al mundo de las letras, san Jorge fue apeado por el papa Pablo VI que consideró, cuando se hizo revisión de los datos que sustentaban a cada uno de los santos, que había que eliminarlo del santoral de la Iglesia Católica, dejando su culto algo así como opcional. Se abría una nueva etapa que se caracterizó por no haber ningún cambio. La devoción popular no decayó y sus valores como elemento protector de los pueblos o como símbolo de la lucha contra la tiranía, que en el medievo representó el dragón que derrotó, siguieron igual o creciendo. Nada ha cambiado en Inglaterra, donde Eduardo III lo proclamó patrón de la nación en 1344. Nada ha cambiado en Rusia donde es celebrado como Patrón de ese territorio por la Iglesia Ortodoxa, por cierto el 3 de noviembre. Y nada ha cambiado en la espiritualidad, con halo de misterio, que se vive en la iglesia templaria rupestre de Bet Giyorgis, en Etiopia, dedicada a este santo y en la que creen se custodia el Arca de la Alianza que recorrió el desierto con el pueblo elegido.

Por eso, aquí tenemos la tarea de lograr que la historia no cambie, que se respete lo que sabemos y que se vaya incrementando esos saberes con la investigación científica no con el quehacer ilegitimo de los servidores del poder. E incluso el problema será valorar si aquí ha cambiado algo, si ese descalabro pontificio a la figura del patrón de Aragón ha supuesto un deterioro de san Jorge como referente. O acaso, si el cambio viene desde otros horizontes…

Día a día

DON FEDERICO TORRALBA EN EL RECUERDO DE TODOS

Con ese silencio en el que le gustó vivir sus horas de estudio y de reflexión, con ese mismo silencio del que ama la paz de la lectura y de la música, se ha ido a la eternidad don Federico Torralba Soriano. Y lo ha hecho justo cuando las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades se ponían a festejar la referencia de san Jorge como Patrón de Aragón. Su figura pausada y su hablar contundente, se han hecho historia tras 98 años de andadura por muchos paisajes y de gestión de muchos proyectos culturales. Por mucho que pueda parecer que su memoria se ha quedado congelada en ese magnífico libro que resumió el arte aragonés y que a él tanto le gustaba, la realidad es que la personalidad del profesor Torralba cobra mucha más vida en este domingo de abril, cuando la desaparición física del maestro se llena de vida a través de sus discípulos, de la multitud de los que fuimos sus alumnos, de los que tuvimos la suerte de acceder al mundo del arte a través de sus palabras, sensaciones y valoraciones.
Mucho se puede hablar de don Federico y de su labor intelectual, de esa pasión por saber y conocer, pero todo ello quedaría solamente limitado a la frialdad de un currículo que no hace falta enunciar por ser de sobra conocido. En realidad, al hablar de este Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, nos vienen a la mente las pinturas de Goya que él conocía muy bien, las piezas de ese arte oriental que le cautivaron desde pequeño, los paisajes de esos palacios venecianos que eran uno de sus espacios más queridos, los balbuceos del arte contemporáneo que él vivió en primera persona… Su pasión por el arte, su trabajo callado y sólido, su obra abierta a muchas ramas del saber, son su mejor legado para esta tierra aragonesa que él iluminó siempre con su quehacer como profesor, como crítico de arte y como comisario de importantes exposiciones.
FEDERICO TORRALBA EN LA REAL ACADEMIA DE SAN LUIS DE ZARAGOZAY si para todos es un momento triste, mucho más para la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de la que había sido Presidente y de la que era en la actualidad Presidente de Honor. En el seno de la Real Corporación quedan sus afanes por modernizarla y adaptarla a las nuevas normativas de la España Constitucional, conquista que siempre se le reconocerá por la importancia que tuvo y la bondad con la que se consiguió, así como su preocupación por delimitar ese ingente y extraordinario legado patrimonial de la institución. Su imagen queda “inmortal” en la Pinacoteca de la Real Academia, hecha por su buen amigo el pintor Domingo García cumpliendo sus deseos, y con ella el recuerdo de la última sesión en la que tuvimos el honor de contar con su presidencia, el día en el que la Real Corporación recibió su retrato. A esa tarde corresponde esta entrañable fotografía en la que el Excmo. Sr. Don Federico Torralba, Presidente de Honor de la Real Academia, disfrutó una vez más del cariño y la admiración de los académicos que hoy, en esta festividad de san Jorge, lo recordamos con admiración. Descanse en paz un buen aragonés, un hombre que amó sobre todas las cosas la pasión del saber.

Día a día

ENHORABUENA A PROFESORES Y ALUMNOS ESCOLAPIOS DE CRISTO REY

Esta tarde, cuando celebramos el Viernes de Dolores que nos abre el itinerario de la Semana de Pasión, he tenido la oportunidad -mejor les debería decir que el placer y el honor- de asistir a la representación de una obra de teatro en la que se nos cuentan los procesos previos que llevaron a la construcción de ese texto singular y moderno que fue la Constitución de Cádiz. Yo no sabría decirles si me ha gustado más el texto o la puesta en escena, pero les aseguro que no faltaba ni sobraba una palabra y que el trabajo de la profesora Casilda Esquillor es magnifico y encomiable. Me ha impresionado la agilidad de su texto, la calidad plástica de su libreto que alterna escenas con clave de humor y con sentido dramático, en suma su calidad y su dinamicidad. Sobre este texto tan bien hecho, se ha construido la imagen iconográfica de los personajes con ese vestuario que ha corrido a cargo de María Jesús Samper, de color intenso y acertado, de corte muy liberal, que pone esa nota de modernidad a una sociedad del siglo XIX que busca construir el futuro. Esta trilogía no podía quedar sin la aportación de Yolanda Iguaz que está omnipresente en esta obra juntamente con Casilda y María Jesús. Los alumnos están de Matricula de Honor, pero de las que no se discuten, desde el narrador que batalla con sus hijas con un gracejo singular y comedido, hasta la inestabilidad del diputado iberoamericano que pone una nota de cotidianidad en este entorno, en un paisaje en el que no me quiero dejar en el tintero los voceros de los periódicos que lo hacen francamente bien y las bailadores pequeñitas, diría que pese a su edad muy bien. La música de dos beneméritos alumnos acompaña con medida, trabajada y como dicen ellos currada, la barca que trae a los diputados a Cádiz una sugerencia de imaginación con una cuerda y mucha pasión. Como pueden ver me ha gustado y mucho, sobre todo en un tiempo en el que se quiere negar toda capacidad de expresión a los alumnos de Secundaria. Me ha impresionado y me ha hecho pasar un rato magnífico, un rato en el que hemos notado la mano de Luis, ese gran técnico de la iluminación de los espectáculos de esta tierra al que recuperé una noche en una charla durante una cena con Corita Viamonte, artista singular, excepcional y medalla de la Ciudad de Zaragoza. Pero, volviendo a lo que nos ocupa, quiero terminar diciéndole al amigo Antonio, al director del Colegio Cristo Rey, Casa y fonda de todos estos artífices del escenario, que tiene que sentirse muy orgulloso y feliz de poder compartir su tiempo y su buen hacer con estas actividades que nos reconcilian con la cultura con mayúscula. Desde luego, la familia escolapia nos reconocemos en empresas como esta y nos sentimos además muy felices. Por cierto, si pueden verla no lo duden que van a pasar un rato tan bueno que cuando se den cuenta estarán aplaudiendo la obra. Godoy y María Luisa les pondrán la sugerencia de un mundo en crisis, en el que el que quizás sobre la sobredimensión del propio Carlos IV, pero no en el interprete sino en el perfil del interpretado, y al final cuando busquen los retratos de un Goya altivo que se pasea por el escenario verán lo acertado de la elección. Como les he dicho, la orden escolapia sigue siendo puntera en la actividad cultural pues no en vano inspiró la Institución Libre de Enseñanza, razón por la cual algunas autoridades en vez de pagar basura podían ayudar a este ramillete de alumnos y profesores que bien se lo merecen. La historia se lo demandará si no lo hacen. Enhorabuena a todos y a Casilda decirle que no hay dos sin tres y ella me entenderá bien.

Día a día

MAFALDA CUMPLE CINCUENTA AÑOS. FELICIDADES.

Mafalda es el nombre de una tira argentina de dibujos publicada en la prensa, obra del dibujante Quino, que nació tal día como hoy -pero hace cincuenta años- como reclamo para una campaña que nunca se hizo de las lavadoras Mansfield. Era el año 1962 y en aquel entonces esta precoz niña de cuatro años saltaba al papel impreso para compartir con nosotros su preocupación por la Humanidad, por la paz y por el mundo que le iban a dejar. Mafalda crecerá con todos nosotros, descubrirá los Beatles, el Pájaro Loco, los problemas del mundo y el pesimismo. Hoy cincuenta años después, cuando la niña ya es mayor, podemos recordar alguna de sus frases inmensas. Por ejemplo, cuando se quería bajar del mundo que veía lleno de gente que no actuaba bien, podemos rescatar de la memoria aquella que decía “¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?