Ha muerto Mariano Horno Liria, el que fuera alcalde de Zaragoza en la década de los años setenta del siglo pasado, el alcalde que regaló el manto de la ciudad a la Virgen del Pilar en 1972, el alcalde que recibió –en el año 1973- el Tambor de Oro en el Festival de cine de San Sebastián, el alcalde que, en las elecciones de 1977, fue como candidato de Alianza Popular a las Cortes. Ha muerto el alcalde Horno Liria, miembro de una saga de médicos y escritores, de hombres amantes de Zaragoza, de literatos empeñados en salvar del olvido las esencias de lo zaragozano.
No hace falta decir más, el personaje merece nuestro recuerdo y ya escribirán su anecdotario entrañable y sus empeños loables por esta ciudad que gobernó. Lo único que queda por decir es que lo echaré de menos, con ese andar elegante y pausado, con ese saber estar londinense, recorriendo la calle Alfonso camino del Pilar. Mariano Horno Liria, alcalde y zaragozano, es ya historia de la capital de Aragón y como homenaje a lo mucho que ella le debe conviene que rindamos homenaje poniendo la imagen de la Virgen del Pilar portando el manto de la ciudad que él regaló como alcalde.