Día a día

REFLEXIONES SOBRE LA FECHA DEL MARTIRIO DE SANTA OROSIA

Hace ya algunos años, en una de las conferencias que he tenido el honor de impartir en Jaca, me planteé el reflexionar algo sobre la fecha del martirio de la santa patrona de las montañas, la ciudad y la diócesis de Jaca. Y este es el texto que en aquella ocasión escribí. Hoy, años después, quiero compartirlo con vosotros en la sosegada cercanía de la red. Feliz día de santa Orosia.
«El regidor Ximénez de Zenarbe escribió en un memorable discurso pronunciado el 19 de marzo de 1796 que la comitiva de la santa «a poco tiempo fueron descubiertos de una gran patrulla de estos enemigos acaudillados de Maomad aben Lupo, capitán de Maomat rei de Córdoba» quien por cierto «apoderados del admirable relicario que incluía la cueva que lo custodiaba, quedó absorto Maomat al ver la hermosura de la santa». Por cierto que aquí comenzó el calvario de la jóven Eurosia a quien quería entregar el caudillo musulmán al propio emir para congraciarse con un presente de tal belleza. Pero la palma del martirio vendría a abortar los planes del musulmán en el año 870 según quiere la tradición.
En el territorio aragonés durante el siglo IX existe un caudillo muy poderoso que Muhamad al-Tawil, apodado el largo por su aventajada estatura que casó además con doña Sancha, la hija del conde Aznar Galíndez II de Aragón. Y como curiosidad les diré que un hijo suyo se llamó Lubb y fue walí de Barbastro a mediados del siglo X. Pero además existe en estos momentos del final del siglo IX el poderoso Muhammad ibn Lubb, gobernador de Boltaña, que murió en el año 898 y su hijo Lubb ibn Muhammad que murió en el año 907 y que ostentaron poder y gobierno por los distritos altoaragoneses.
Es más. En el año 870 que es el mismo que el de la muerte de la santa existió una rebelión en las tierras altoaragonesas contra el emir de Huesca Musa ibn Galindo, en combinación con su primo Lubb in Zakariyya y con intervención del emir Muhammad I que envió tropas mercenarias a Huesca. Emir con el cual quiso reconciliarse el rebelde Muhammad ibn Lubb o Lupp llegando a entregarle la propia ciudad de Zaragoza el año 884. Cuestiones de enorme interés sobre las que tengo que volver muy cuidadosamente pues abren un panorama ciertamente singular y novedoso…».