En España el Sábado Santo es lugar de procesiones y entre ellas destaca una que me produce siempre una gran curiosidad. Me refiero a la famosa Procesión del Santo Entierro que se celebra en la ciudad alicantina de Orihuela desde tiempos del barroco y que, en la actualidad, está considerada como una manifestación religiosa popular digna de incorporarse al elenco del Patrimonio mundial, en el que a este paso estarán todas y cada una de las manifestaciones dejándolo vacío de su condición de excelencia. Hoy sábado esta procesión –con un paso de San Juan, una Virgen de la Soledad y un Cristo yacente- recorrerá las calles de esa
población portando a hombros además el paso del “Triunfo de la Cruz”, obra del famoso escultor Nicolás de Bussy que lo realizó para el gremio de labradores en 1695. El paso representa la Cruz de Cristo, por supuesto en esta fecha ya vacía y cubierta con el paño del descendimiento, sobre una gran nube en la que se ubican los ángeles que portan los instrumentos de la Pasión. Dentro de la nube está la gran bola del mundo, a la que están sujetándola un esqueleto humano –que representa la muerte- y un diablo con pechos de mujer que da nombre al paso: el paso de la Diablesa. Como tal procesiona desde finales del siglo XVII, el mismo momento en el que se decide reconocer a un hombre –en cuya persona concurrieran méritos de capacidad, honor, lealtad y amor por su ciudad- el privilegio de penetrar en los templos de la ciudad y en la Catedral de Orihuela sin descubrir su cabeza.
A lo largo del recorrido, la procesión penetra en la Catedral pero no el paso de la Diablesa que lo tiene prohibido y que da la vuelta por las calles que la rodean hasta que la procesión vuelve a salir encabezada, por cierto, por el Caballero Cubierto que además de sombrero lleva en sus manos el pendón negro, insignia de la procesión. Le siguen cientos de hombres alumbrantes y el paso de San Juan Evangelista, obra barroca, y detrás de él La Diablesa. Por cierto, esta procesión se cierra con la imagen de la Soledad enlutada, la misma que describió Gabriel Miró en su conocida obra “El obispo leproso”. Un conjunto digno de contemplarse que saldrá hoy sábado santo a las siete y media de la tarde a las calles de Orihuela.