Hoy el 21 de julio el calendario cristiano recuerda al profeta Daniel, el de la historia del foso de los leones a donde fue arrojado por seguir fiel a Dios en el reinado del poderoso Darío. Vivió entre el siglo VII y el siglo VI de nuestra era, estuvo entre los cautivos israelitas llevados a Babilonia el año 605 antes de Cristo y dicen que, al terminarse la reconstrucción del templo de Jerusalén, en el año 516, tendría 104 años de edad. Si recorres Jordania sabrás que actualmente hay muchos centenarios, y que esa larga vida todos se la atribuyen al aceite de esas tierras, de calidad extraordinaria y buen compañero desde el desayuno de esas gentes que viven a orillas del Jordán. Para recrear esa imagen del profeta recordamos la renacentista que pintó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina y para recordar la escena de los leones la que hiciera el inglés Briton Riviére en 1890.